Tomar una sauna no solamente significa pasar un rato sudando antes de una ducha, sino el de realizar todo un rito que conlleva la radiación de varios lapsos de transpiración y golpes de vapor, que se producen arrojando agua sobre piedras calientes, El vapor es el espíritu de la sauna.
En sus comienzos era un lugar sagrado y se ubicaba en el patio de las casas. En el siglo XX se comenzó a construirlas al lado de los lagos como ya se hacía en algunas mansiones.
Los finlandeses no solo entienden la sauna como una "purificación" del cuerpo, ven en ella también la "purificación" del espíritu. Hasta la segunda guerra mundial era el lugar donde se daba a luz y se preparaba el cadáver para el entierro. Todas estas labores las realizaban mujeres de la casa que, como en el caso de los partos, tenían "jornadas de sauna" ligadas a estas actividades. La ejecución de una sesión de sauna está regida por normas y tradiciones.
Hay una máxima que dice:
"Kun sauna ja kirkon kerääminenedellyttää"
Fotos de Patrizia Acebes
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